miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Quién no ha deshojado la margarita?


En los tiempos que corren cada vez es más difícil encontrarse, comunicarse, llegar al corazón del otro y por supuesto, enamorarse.

El estado de ánimo que presentan los enamorados es idílico y a la vez, ciclotímico. Un enamorado/a puede pasar por los humores más dispares en cuestión de minutos. Y si el amor no es correspondido la depresión suele ser profunda pero si lo es, se toca el cielo con la punta de los dedos.

Buscar un amor o un objeto de amor y además encontrarlo y que nos corresponda es una ardua tarea que es necesario estar dispuesto a emprender. Algunos pensarán que no sólo depende de una decisión unilateral: buscar un amor y nada menos que enamorarse! Pero decidirse a dar ese pasito inicial de empezar a mirar a nuestro alrededor es todo un avance.

El deseo del amor puede atraer al amor! Aunque al decir de nuestras abuelas: “A Dios rogando y con el mazo dando”, también se necesita una cuotita de acción.

Ponerse en movimiento para buscar un amor, entrar a rodar la rueda de la felicidad para después empezar a “deshojar la margarita”.
Estar enamorados amigos es un estado de zozobra que nos mantiene vivos!.

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