¿Quién tiene la culpa? ¿El chancho o el que le da de comer?

Imágenes y dichos populares para reflexionar sobre el maltrato en pareja y la eterna búsqueda de la felicidad.

Las imágenes son por demás elocuentes y globales, ya que pertenecen a hombres y mujeres de diferentes puntos del planeta. La primera reacción frente a esta realidad es violenta. Cómo se puede soportar semejante trato?

Ahora no se puede decir que la culpa es solamente de un lado. Acá hay uno “Que hace” y “otro que permite hacer”.
¿Dónde quedó el romanticismo? ¿Adónde podemos encontrar la caballerosidad de antaño? Ya nada parece ser como entonces.

Mujeres que reman para llevar su canoa a la otra orilla, otras acarreadas como monos en un circo o llevando pesadas cargas sobre sus espaldas, o lo que es peor, sobre sus vidas.
Es más pesada la elección de marido que realizó esa pobre mujer griega que la leña que lleva sobre sus hombros.

Por eso mujeres, no permitamos que nos sometan en nombre del amor. No demos por el pito más que lo que el pito vale.

Basta de creerse el “cuento de la buena pipa” y dejémos de “tirarle margaritas a los chanchos”… No, mujeres, no!

No “estoy hablando por boca de ganso” que aunque a la “ocasión la pinten calva” y, sin quererlo siquiera, alguna vez nos hayamos “metido en la boca del lobo”hay que tomar “el Toro por las astas” y “sin echarse a la bartola” poner, de una vez y para siempre, “los puntos sobre las ies”.

Que ellos no crean que estar en pareja es “un viva la Pepa” que Pepa está seguramente viviendo muy tranquilamente sin darle cuentas a nadie, y no permitamos que “ningún tonto de capirote” ande haciendo “el campo orégano” con nuestras libertades, derechos, trabajos y sentimientos.

No, mujeres, no. Cada una de nosotras “sabe bien adónde le aprieta el zapato” y, aunque alguna vez nos hayamos metido en “camisa de once varas” la “suerte negra” no dura para siempre.

“Que no nos echen el Sanbenito” y “ a otro perro con ese hueso”. Digámos basta: “El que se fue a Sevilla, perdió su silla”, tomémosnos “las de Villa Diego” que “mañana será otro día”. Mejor “sola que mal acompañada” . Veremos que la decisión está en nuestras manos.

Ya vendrán tiempos mejores y se dará vuelta la taba pronto.

Dejemos que el chancho se alimente solo y nosotras sigamos intentando , pensando que quizá “la tercera puede ser la vencida”… o tal vez… la cuarta? … quinta? …
No sé, lo importante es el intento y la búsqueda de la felicidad!


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