Si tienes uno así… cuidalo!
Existen diferentes modelos de maridos.
Las que siguen son algunas categorizaciones posibles.
- El trabajador excesivo: Trabaja mucho, está muchas horas fuera de casa. No colabora en el hogar y deja todas las tareas domésticas en manos de la esposa.
No genera mayores conflictos domésticos porque no participa en las decisiones.
- El controlador: Todo tiene que pasar por su supervisión desde la compra del Super hasta la vestimenta de la señora. Llama cientos de veces por teléfono desde el trabajo para “ver si todo anda bien” o “si necesitan que traiga algo”.
- El celoso: También llama continuamente pero monitorea a la mujer y a la familia por celulares como si tuviera una supervisión con GPS. No se puede dar ningún paso sin consultarlo y sin que esto genere recriminaciones y demandas.
- El desordenado: pierde todo, cada cosa a su paso es algo que tiró por el camino.
- El ordenado: Si es obsesivo del orden, es tan problemático como el que desordena. Nadie lo hace mejor que él y sólo él puede tocar sus pertenencias.
- El deportista: Cuida su físico en exceso. Concurre al gimnasio y también hace vida sana al aire libre cuando tiene tiempo de ocio.
- El amiguero: A pesar de estar casado tiene días destinados exclusivamente para reuniones con amigos. Llevado al extremo puede resultar peligroso porque esas salidas podrían conducirlo a cometer algún desliz.
- El ermitaño: Se encierra a escuchar música o con la computadora y no cuenta ni comparte nada con la familia.
- El charlatán: Es un ejemplar raro pero algunos existen. Conversa tanto o más que las mujeres y dentro de esta categoría, si además es chismoso, puede resultar insoportable.
- El que todo lo arregla: Siempre está dispuesto a hacer arreglos en el hogar: instala aparatos eléctricos, corta el pasto, hace el jardín, pinta. Deja todo hecho un chiche. Es un ejemplar muy cotizado.
- El que no sabe arreglar nada: Mejor empezar un curso de plomería, albañilería o electricidad pronto, porque estaremos perdidas.
- El que cocina mejor que vos: Es muy buen modelo aunque seguramente su defecto es que después tenés que lavar todo lo que ensució…, o sea, Todo!
- El infiel: Este modelo es mejor ni explicarlo porque cae de maduro. Lo que hay que tener en cuenta es que no tiene remedio. Es inútil tratar de cambiarlo, es decir, hay que cambiarlo por otro.
- El romántico: cualquier oportunidad es un buen momento para festejar con la pareja. Siempre está atento a las necesidades del otro.
- El que es mejor padre que marido: Se ocupa constantemente de las necesidades de los hijos y deja un poco de lado las necesidades de la pareja.
La lista no se agota con esta enumeración. Tampoco los modelos expuestos se dan de manera categórica.
El ideal no existe. Si alguno de los modelos de esta lista es tu pareja, conserválo porque es lo más normal que hay en el mercado o, de lo contrario, seguí buscando…
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